- Descripción
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·····Vamos a tratar cómo utilizan la información referente a la vida de Edipo los diferentes personajes. Está claro que lo que ocurre es siempre
una única realidad, una verdadera realidad independientemente de si es conocida o no, de si se la conoce completa o no, o de si se interpreta correctamente
o no. En nuestro caso lo que ocurre es que: 1º Layo y Yocasta creen que su hijo Edipo ha sido asesinado cuando nació; 2º Edipo es entregado al rey de
Corinto y criado como príncipe corintio; 3º Edipo mata a Layo, aunque no sepa a quién mata; 4º Edipo se casa con Yocasta, aunque no sepa con quién
se casa. Esta es la Verdadera Realidad.
·····Pero qué personajes conocen algo de todo esto; qué conocen de esa verdadera realidad los personajes que conocen; cómo utilizan lo poco o
mucho del conocimiento de esa información. Eso es lo que debemos analizar y para ello vamos a ver: 1º qué personajes tienen alguno de estos
conocimientos y qué conocimientos tiene cada personaje; 2º cómo utilizan ese conocimiento:
- Edipo: Cualquiera diría que uno es quien más sabe de su propia vida. Pero en el caso de Edipo no hay una sola
coincidencia: él cree que es corintio, pero es tebano; él ni siquiera da la posibilidad de haber querido ser asesinado de recién nacido; él se cree
hijo de Mérope y Pólibo, pero es hijo de Layo y Yocasta; él sabe que ha matado a un hombre, importante, sí, pero ni mucho menos a un rey,
pues Layo iba al oráculo sin majestad (llevaba sólo una escolta de 5 personas) y menos al rey de Tebas y menos que ese hombre-rey era su
padre; él no sabe que ha sido casado con su madre. El pobre no tiene ni idea de en qué mundo vive, por tanto no hay ninguna coincidencia
entre su conocimiento y la Verdadera Realidad.
Grado de coincidencia: 0.
- Yocasta: Lo que ella sabe de la Verdadera Realidad de Edipo es lo mismo que el propio Edipo: nada, no hay coincidencia.
Sí, es verdad que ella sabe algo: hubo un niño que de recién nacido sufrió la orden de ser asesinado, pero ella en un principio no lo relaciona
con Edipo, ni es lógico que lo relacione; para ella, Edipo es otra persona diferente a su hijo. De pronto hay un momento en que lo sabe todo,
logra atar todos los cabos y su conocimiento coincide con la Verdadera Realidad.
Grado de coincidencia: 1.
- Tiresias: No tiene conocimiento por sí mismo, depende su conocimiento de los dioses, de cuándo y cuánto quieran éstos
que adquiera. Cuando aparece en escena, su conocimiento coincide con la Verdadera Realidad.
Grado de coincidencia: 9.
- El pastor de Tebas: Este personaje sabe bastante, aunque de manera independiente: 1º sabe que el hijo de Layo y Yocasta
está vivo; 2º sabe que Edipo es el asesino de Layo. Pero no sabe que la persona de la 1ª y 2ª realidad es la misma.
Grado de coincidencia: 7.
- El pastor de Corinto: Sabe lo que le falta al pastor tebano: sabe que el niño que recibió antaño es el Edipo rey de Tebas.
Grado de coincidencia: 3.
- Creonte: Si uno examina bien el personaje de Creonte, debe observar que es un simple transmisor de conocimiento. Él
no tiene datos de la vida de Edipo y sus intervenciones son más como portador de información, es más una carta, un periódico, una radio, una
televisión que un personaje con identidad propia, en este tema, claro.
Grado de coincidencia: Descalificado.
- Los dioses: Conocen a la perfección toda la verdad.
Grado de coincidencia: 10.
·····Una vez visto lo que cada personaje sabe de la Verdadera Realidad, vamos a ver cómo utiliza cada uno ese conocimiento y esta vez lo vamos
a ver de más a menos, es decir, empezaremos a analizar los personajes que más conocimiento tienen de la Verdadera Realidad para terminar por los que
menos idea tienen, en este caso, terminaremos por Edipo, que es el que menos sabe de su propia vida:
- Los dioses: Hay una total coincidencia entre lo que ellos saben y la Verdadera Realidad. Pero cuando dejan ver esa
realidad, lo hacen de modo equívoco. Sí, transmiten la verdad, pero de modo tal que parece diferente. Por ejemplo, al principio, tras mandar
Apolo la peste, su oráculo sólo dice que se ha de encontrar al asesino de Layo y se calla datos que podría dar fácil y rápida solución. Por
tanto, los dioses hacen un uso indebido de la información.
Los dioses manipulan la información.
- Tiresias: Los dioses transmiten su verdad a través de oráculos y adivinaciones, por eso Tiresias llega a conocer toda la
verdad sólo cuando es informado por los dioses. Pero, conociéndola toda, se niega a transmitir, por razones humanitarias, toda la verdad.
Se niega y cuando dice toda la verdad (aunque de manera oscura), lo hace en una situación de tensión en la que la verdad se entiende
irremediablemente como una falsedad. Por tanto hace un uso indebido de la información.
Tiresias manipula la información.
- El pastor de Tebas: En toda ocasión se muestra irresoluto: 1º no matando al recién nacido (cosa buena, claro está), pero,
al no declarar su desobediencia, ya está alejando la Verdadera Realidad del conocimiento exacto de los datos por parte de Layo, Yocasta;
2º no diciendo que el forastero que llega a Tebas es el que ha matado al anterior rey Layo; 3º no queriendo decirle a Edipo todo lo que
sabe sobre el caso, excepto cuando es amenazado de muerte. Por tanto hace un uso indebido de la información.
El pastor tebano manipula la información.
- El pastor de Corinto: Es una persona sencilla, humilde, inocente. De acuerdo, él tiene datos importantes, es más,
datos claves para entenderlo todo; pero no podemos decir que se guarde datos o los ocultes intencionadamente. Mientras Edipo vivió en
Corintio, hizo lo más acorde con la situación: tratarlo como descendiente de los reyes de Corinto, aunque supiera que era adoptado; pero eso
es lo lógico que hiciera. Cuando llega a Tebas, sigue tratándolo como el ya no príncipe, sino Rey de Corinto y sólo da a conocer los datos
de su adopción cuando observa el temor de Edipo por casarse con Mérope. Ante una situación cambiante, actúa de forma acorde para
evitar un mal. Por tanto no hace un uso indebido de la información, la da cuando tiene que darla.
El pastor corintio NO manipula la información.
- Yocasta: Yocasta parte de un conocimiento erróneo y cuando tiene nuevos datos, no desarrolla las posibilidades para
llegar a un nuevo conocimiento más cercano a la Verdadera Realidad. Además la no coincidencia entre lo que ella cree verdad y la Verdadera
Realidad es provocada por ella misma, pues al no buscar la certeza de sus suposiciones, está negándose conocer la verdad.
·····Así, ella cree que su recién nacido ha sido muerto, pero no lo sabe, no ha confirmado ese dato y da por ciertas las palabras del pastor tebano.
No da posibilidad a estar equivocada, por tanto se niega a conocer la verdad. Prefiere una información manipulada a una información certera.
Igual ocurre al final de la obra cuando el pastor tebano y corintio..., no da pie a que ese niño pudiera ser otro y no su hijo; de nuevo no da
posibilidad a estar equivocada, por tanto se niega a conocer la verdad. Prefiere una información manipulada a una información certera.
Yocasta manipula la información.
- Edipo: Es verdad que no hay un punto de coincidencia entre lo que cree Edipo y la Verdadera Realidad. Pero Edipo no
tiene datos para suponer que pueda estar equivocado: ¿cómo va a dudar de que sus padres son sus padres?, o ¿cómo va pensar siquiera que
el hombre que mata es un rey y además su padre?, ¿cómo va pensar que la mujer con la que lo casan es su madre? Sin embargo, en cuanto
tiene el más mínimo indicio de que lo que él cree no coincida con la Verdadera Realidad, inmediatamente trata de aclararlo, trata de encajar todas
las piezas del puzzle que le van presentando para llegar a la Verdadera Realidad, aunque sea una Verdadera Realidad que le ponga a él en
peligro y deshonor. Es tal esa ansía de formar el puzzle, de averiguarlo todo, que incluso piensa haber podido hacer lo que sabe que no ha
hecho, como es el caso de dar muerte a Pólibo. Esa pieza ha de encajarla, aunque sea en un retorcido silogismo: 1ª premisa: él ha de matar a
su padre; 2ª premisa: Su padre (Pólibo, el que él cree que es su padre) ha muerto; conclusión: él ha tenido que matar a su padre Pólibo,
aunque sea de añoranza. Siempre está actualizando la información ¡y sin aprovecharse de ella!, aunque le perjudique.
- Conclusiones:
- Conclusiones in opere: Podríamos hacer dos bloques: uno con los personajes que abusan o manipulan
la información y otro con los que usan dicha información.
Los que abusan de la información | Los que usan la información |
Los dioses | El pastor
corintio |
Tiresias | Edipo |
El pastor tebano | |
Yocasta | |
- Los dioses: Al ser quienes más informaciones tienen, pero quienes menos información y menos
exactamente dan
estas informaciones, podemos decir que son los más manipuladores y, al mismo tiempo, los más culpables, pues con todo lo
que saben, también son los que más pueden evitar desgracias y males. Abusan de la información, parece ser, con toda la intención
de hacer daño.
- Tiresias: Protegido por la aureola de ser sólo un mensajero de los dioses, aprovecha las situaciones para dominarlas.
Si cumpliera con su deber de dar a conocer aquello de lo que los dioses le informan en tiempo y forma, posiblemente ahorraría
desgracias y males; pero tener información privilegiada es poder que sabrá utilizar en todo momento. Abusa de la información
para tener siempre una posición privilegiada de respeto y poder.
- El pastor tebano: La información que él posee es tan importante que es necesaria saberse, pero el pastor tebano,
consciente de su condición social y remiso a entrometerse en los asuntos de los poderosos, el pastor tebano prefiere dejar
las cosas como están, sin intervenir, quizás, porque haga lo que haga, no dejaría de ser lo que es. Abusa de la información
porque, sin beneficio ni provecho, es la postura fácil y cómoda.
- Yocasta: Yocasta debió tener remordimientos toda su vida por haber dejado matar a su único hijo y sentirse dolida
por la misma desaparición de su único hijo. Cuando comprendió todo (y que además mantuvo relaciones y tuvo descendencia
de su propio hijo) no fue capaz de asumir la Verdadera Realidad. Abusa de la información por no ser capaz de enfrentarse a
ella.
- El pastor corintio: La información que él posee es importante, es un eslabón que une 2 informaciones diferentes para
hacerla una sola y por ello es trascendental, pero... la da cuando la tiene que dar y ésta es la diferencia con todos los anteriores:
Los personajes anteriores tardan en dar la información, pero éste no. Y mientras Edipo vivió en Corinto, mantuvo una mentira
piadosa, hizo uso del sentido común. No abusa, sino usa la información cuando debe.
- Edipo: Férreo idealista que en su afán por conseguir la Verdad acarrea la desgracia más allá de lo esperado y soportable.
No abusa, ni siquiera usa la información, sólo quiere conocer, conocerlo todo, llegar hasta el fin, caiga quien caiga, aunque caiga
él mismo. Férreo idealista que en su afán por conseguir la Verdad acarrea desgracias más allá de lo esperado y soportable.
- Conclusiones in abstracto: Los diferentes personajes nos muestran un abanico de estereotipos que va desde
el incansable cumplidor hasta los que juegan con las mentiras y falsedades. Enfrentarse a la Realidad y asumir las cosas como son no es
fácil. Hay situaciones de intereses, situaciones de cobardía, miedo a uno mismo, situaciones de juegos y situaciones de razones humanitarias
o mentiras piadosas. ¡Así es fácil no saber nunca nada!
- Los "dioses": Están los dioses y los que juegan a dioses: siempre lo saben todo, pero nunca hacen nada... bueno.
·····En concreto, si hablamos de una entidad con todos sus atributos "omnis" (omnipotente, omnisciente, etc), con sus poderes piadosos y misericordiosos para
enviar epidemias, destruir ciudades o mandar diluvios, qué más puedo decir yo. Si no más que para esto se está (y para servirle
servil al ególatra tirano), prefiero serles indiferentemente humano mientras sea un humano mortal, que, ya fantasma, seré un aplicado
fantasma.
·····Está claro que cuanta más información se maneja, inevitablemente más manipulación hay.
- Los "Tiresias": Los acólitos de los dioses no serán más que sus señores. Así, toda la pandilla de intercesores de la
divinidad (llámense curas, sacerdotes, adivinos, sanadores, videntes, curanderos, brujos y demás especímenes alófonos) serán
tan reales como sus reales inspiradores. Pero bajándonos a la humilde tierra también hay otros ejemplos de acólitos que aprovechan
su relación con un poderoso poseedor de información. He aquí un par de ejemplos más:
·····Los periodistas que han dejado de ser periodistas para hacerse voz idealista de un facción política (haylos en los 360º del
"arco" político), que ya no informan con todos los datos que puedan interesar a la opinión pública, sino desinforman solamente
exponiendo los datos interesados que interesan a su divina majestad: "Mi Partido".
·····Los que a la sombra del divino "mandamás" poseen información priviligiada para hacerse con el control de bolsas, empresas o
simplemente poder; para solicitar un puesto que justito se ha "creao" ahora mismito y ya que estás tú, "pó" te quedas; para
comprar unos terrenos valdíos que fíjate qué casualidad serán ahorita una gran zona industrial. ¿A qué me suena a mí todo esto?
- Los "pastores tebanos": Todas aquellas personas que no gustan destacar, ni meterse en jaleos y aunque sepan cosas,
se hacen los que no saben nada. No quieren líos. Por ejemplo, en los trabajos: siempre hay quien le da lo mismo que sea uno u otro
el jefe, su superior, el que ascienda; él a su trabajo y le da igual los tejemaneje de unos u otros mientras, eso sí, no le toquen a él.
- Los "Yocasta": Son personas con conflictos internos, siempre en la ambigüedad, con dificultades para dar un paso
adelante. Si algo no funciona como lo tenían previsto, les supone un mundo tomar una nueva decisión. Lo peor es cuando una
nueva situación les hace sentir culpabilidad, entonces, su normalmente baja autoestima, les puede llevar a tomar una más grave
decisión que la de afrontar la realidad.
- Los "pastores corintios": Personas parecidas a los "pastores tebanos", pero más honradas, pues aplicando la mentira
piadosa sin adulación, saben afrontar los jaleos cuando es necesario, aunque no les toque a ellos.
- Los "Edipo": Es un idealista. Convencido de su deber, no descansa hasta encontrar lo que busca, hasta desenmascarar
al responsable, hasta, sin tener en cuenta razones, desencadenar heroicamente una cascada de desgracias. Es el caso del periodismo
de investigación, que, en la mayoría de los casos, trata temas políticamente correctos de desenmascarar; pero que hay casos que
desentrañándolos todo lo posible, consiguen crear una conmoción social. Claro que hoy en día a cualquier caso se le llama "gate".