Comentario a un poema de Safo

déduke mèn a1 selánna
kaì Plhi+adeV* mésai dè
núkteV, parà d! e5rcet! w5ra,
e5gw dè móna kateúdw

Ya se ocultó la luna
y las Pléyades. Promedia
la noche. Pasa la hora.
Y yo duermo sola.

(Traducción de C. García Gual)
Ya se ha puesto la luna.
Y las Pléyades; mediada es
la noche, pasa la hora,
y yo duermo sola.

(Traducción de A. Bernabé y H. Rodríguez)

Ha desaprecido la luna
con las Pléyades; está mediada
la noche y el tiempo pasa,
y yo yazgo sola.

(Traducción de R. Cantarella)
Está oculta la luna
y las Pléyades; y mediada
la noche y transcurre el tiempo
y yo duermo sola.

(Traducción de M. A. Benjumea)

ESQUEMA DEL COMENTARIO
  1. Los elementos del poema y su relación entre ellos:
    1. Los elementos: Luna - Pléyades - Noche - Tiempo - Yo.
    2. Los 2 grupos: la Naturaleza y el Yo.
  2. La noción del tiempo frase a frase:
    1. La primera impresión.
    2. La realidad tras el análisis.
    3. Conclusión.
  3. Situación frente a acción:
    1. Sentimientos de soledad.

  1. Los elementos del poema y su relación entre ellos:
    1. Los elementos: Luna - Pléyades - Noche - Tiempo - Yo:
      1. Lo primero que debemos hacer es identificar los diferentes elementos que componen el poema. Están la luna, las Pléyades, la noche, el tiempo y el yo poético que sólo por el adjetivo móna (sola) sabemos que se trata de un yo femenino.
    2. Los 2 grupos: la Naturaleza y el Yo:
      1. A partir de la lectura del poema, observamos que hay 2 imágenes, 2 planos: la imagen de una noche oscura y la del yo poético. Pero son 2 planos que tienen algo en común: en la 1ª imagen, la de la naturaleza, hay una sensación de vacío, de ausencia, de soledad con la carencia de luna y de estrellas en medio de la noche; en la 2ª imagen, la del yo poético, también hay una realidad de soledad (indudable por el adjetivo "sola").
        Para que las imágenes sean exactas, debe haber un paralelismo, una correspondencia entre los elementos de la 1ª imagen y los elementos de la 2ª imagen. Por ahora tenemos 2 elementos de cada imagen que coinciden, pues en cada imagen hay un elemento que está solo: noche = yo.
      2. Si realmente hay un paralelismo, ¿cuáles son los elementos correspondientes en la imagen 2ª, la del yo, a los elementos de la 1ª imagen, la de la naturaleza: la luna, las Pléyades y el tiempo? Empecemos:
      3. ¿Qué relación puede haber entre una noche y la luna? La una no es sin la otra y viceversa. ¿Qué elemento es el que falta en el segundo nivel que no sea el uno sin el otro y viceversa, teniendo en cuenta el contexto del poema ("la noche", "dormir", "sola")? Indudablemente, el amante. Ya tenemos la segunda identificación: luna = amante. Cuando se habla de la noche, se está hablando realmente del yo; cuando se habla de luna, se habla de amante. Pero esta segunda identificación se da en el poema no de forma directa como la noche y el yo (donde ambos están explícitos en el poema), sino de forma evocadora, por lo que ya se entiende que la imagen descriptiva de la noche sin luna no es sólo la de una imagen, sino es la experiencia, la vivencia que está teniendo el yo. Esto hace que ya no veamos 2 planos paralelos en el poema, sino 2 planos que se unen, vértice a vértice, formando una única realidad confundiéndose la naturaleza con el yo. El primer vértice es noche = yo y el segundo vértice es luna = amante.
      4. ¿Qué representan las Pléyades con respecto a la luna, a la noche? Imaginémonos una noche con luna, pero sin estrellas. La luna parecería perderse en la noche, vacía de noche, distante de la noche. Las estrellas parecen rodear la luna sujetándola a la noche, hacerse un manto, señalar un camino entre la luna y la noche: es un elemento de unión entre ambas. ¿Qué puede unir a dos amantes, sino el amor? ¿Qué puede unir a dos amantes, sino una fragancia que se derrama enamorable y encadena los sentimientos? ¿Qué puede unir a dos amantes, sino lo enamorable entre ellos, sino lo que enamora? Ya tenemos la tercera relación: Pléyades = lo que enamora.
      5. ¿Y el tiempo? El tiempo está en el primer plano, eso es evidente; pero no está en el segundo, pues el único verbo, "dormir", es más un estado que una acción. Pero si como, según dijimos antes, realmente no hay dos planos, sino uno solo, las posibilidades son únicamente dos:

        - si hay tiempo en la descripción de la noche, debe haberlo en la descripción del yo.
        - si no hay tiempo en la descripción del yo, no puede haberlo en la descripción de la noche.

  2. La noción del tiempo frase a frase:
    1. La primera impresión:
      1. *déduke mèn a1 selánna kaì Plh¡'adeV *Parece que se está marcando una transicióm temporal: un antes (cuando se veía la luna y las Pléyades) y un ahora (cuando ya no se ve), pero no hay referencias a un después. Además, hay que tener en cuenta que las Pléyades son un cúmulo nebuloso que está entre Tauro y Orión en la zona Ecuatorial y que sólo es observable en unaépoca del año.

      2. *mésai dè núkteV *Parece que se está marcando una transición temporal: un antes (cuando la noche se inicia) y un ahora (cuando la noche está por la mitad), pero no hay referencias a un después, aunque intuyamos que debe venir el amanecer.

      3. *parà d! e5rcet! w5ra, *Parece que se está marcando una transición temporal: un antes (cuando el tiempo comienza a transcurrir) y un ahora (cuando percibimos ese pasar del tiempo), pero no hay referencias a un después. Además, hay que tener en cuenta el sentido de w5ra como de estación, o sea, un época del año que vuelve cada cíclico tiempo.

      4. *e5gw dè móna kateúdw *Sólo se entiende un ahora, no se percibe el antes y mucho menos el después. No hay tiempo.

    2. La realidad tras el análisis:
      1. Preguntas:
        1. ¿Puede haber noción de tiempo si hay un pasado, un presente, pero no hay un futuro?
        2. ¿Por qué se rompe la noción de tiempo en el 4 verso?
      2. Respuestas:
        1. Sin un futuro no puede haber Tiempo, pues no habiendo futuro, éste nunca puede llegar a ser presente que tenga otro futuro y así sucesivamente. Y como el tiempo es esencialmente movimiento, sin el movimiento continuo del futuro que se va haciendo presente y el presente que se va haciendo pasado, no hay movimiento y, por tanto, tampoco tiempo.
        2. Ya está contestada. Si en los primeras frases no hay tiempo, tampoco se rompe ninguna noción en la cuarta frase. Las cuatras frases, los cuatros versos son igualmente atemporales.
      3. Pero entonces surge una tercera pregunta: ¿cómo, entonces, se entiende que sin tiempo pueda haber transición temporal? La respuesta es fácil. La respuesta es que no hay transiciones temporales en ninguna frase. Veámoslo:
        1. *déduke mèn a1 selánna kaì Plh¡'adeV *Si observamos el hecho físico de la luna, veremos que la luna no desaparece, sino que no se ve, no se percibe su estancia en el cielo, pero está ahí. Con las Pléyades hay que tener en cuenta su noción estacional y, al igual que la luna, no tiene cambios, siempre permanecen las pléyades en su posición astral e, incluso, desde nuestro punto de vista, no desaparecen durante una noche, su tránsito se realiza a través del ciclo de las estaciones. Por tanto, en el momento del poema ni ha venido, ni se ha ido; y entendido como ciclo, el ciclo es un fenómeno constante, por lo que visto desde la distancia, tampoco hay un movimiento real, porque siempre es lo mismo. La luna y las Pléyades están, pero la noche-yo no las percibe.
        2. *mésai dè núkteV *A pesar de verse en un principio un pasar del tiempo, realmente no existe ese pasar. El yo es simplemente un espectador de la noche y aunque la noche en sí misma transcurra, para el espectador es eternamente constante. El tiempo no pasa como no pasa el río ante nuestros ojos, aunque pase el agua que conforma el río. La noche no pasa, aunque pase el tiempo de la noche. Aunque fuera de día, el espectador sólo ve lo msimo que en la noche, por lo que continuamente es noche y no hay paso del tiempo en la noche.
        3. *parà d! e5rcet! w5ra, *El valor de w5ra entendido como estación del año, nos vuelve a situar al yo como espectador de una realidad que no pasa. Lo que transcurre no es el tiempo cronológico, (no hay tiempo, hemos dicho), es un tiempo encerrado en una constante estacional y ésta es la clave. No hay un tiempo que pasando ya no existe, es un tiempo que pasando regresa, es estar encerrado en un periodo de tiempo que continuamente se repite, como si cada día al levantarnos, viviéramos el mismo día que ayer, elmismo día que mañana. Entonces, ¿hubo un ayer?, ¿habrá un mañana? No. ¿Hay, pues, movimiento? ¿Hay, pues, timepo? No.
    3. Conclusión: Visto lo anterior, donde toda la realidad atemporal queda inmersa en el yo, podemos asegurar que no hay un tiempo cronológico, no es un tiempo que transcurre, sino un estado que permanece; es, si acaso, un tiempo vital, existencial que explicaría, ahora, el sentido del poema; explicaría, ahora, la realidad propia de la propia naturaleza del yo:

      No hay tiempo; si no hay tiempo, no hay movimiento; si no hay movimiento, no hay acción.

      No hay tiempo; no hay acción; si no hay tiempo ni acción, sólo hay situación.

  3. Situación frente a acción:
    1. Sentimientos de soledad: La soledad en la que se encuentra el yo poético, en un poema donde no hay un tiempo cronológico, no puede venir por la espera de quien vendrá; no puede venir por el recuerdo de quien ya se marchó. Puede estar esperando a que alguien venga; puede estar recordando a alguien que ya se fue; puede que no tenga un amante real, sino imaginario; puede que su amante siga ahí, a su lado; puede que no tenga amante. ¿Cuál es la opción más cercana según el poema?

      Si seguimos analizando la asimilación de la imagen física con la realidad del yo, no tendremos más remedio que observar lo siguiente.

      1. Situación de la naturaleza física:
        .....................- La luna sigue ahí, pero oculta y no se percibe.
        .....................- Las estrellas siguen ahí, pero ocultas y no se perciben.
      2. Situación del yo poético:
        .....................- El amante sigue ahí, pero no se llega a percibir, a sentir.
        .....................- Lo enamorable del amante sigue ahí, pero no se llega a percibir, a sentir.

        Efectivamente, la opción más cercana es que el amante esté al lado del yo poético; pero, aunque -supongamos- después de las mejores relaciones de toda la vida del yo poético femenino, éste sólo perciba el frío y la humedad de la respiración del amante sobre su -permítaseme imaginar- desnudo y perfumado seno. Verdaderamente el protagonista no esté percibiendo al amante.

        La noche no percibe la luna y las estrellas que están ahí; el yo no percibe ni al amante ni lo enamorable del amante que están ahí; lo que percibe es su soledad. Ella se ve sola, ella se siente sola, ella se encuentra sola porque sólo percibe su sentimiento de soledad. Y al igual que veíamos que el tiempo que se desarollaba en el poema, no era un tiempo cronológico, sino vital, existencial que explicaría la realidad propia de la propia naturaleza de ella, su sentimiento no es un sentimiento de un tiempo concreto, del momento del poema, de un ahora, sino un sentimiento natural y existencial a ella misma. Ella percibe su propia soledad; ella sabe que su vida es estar sola; ella sabe que lo que siente es su propia soledad. Ella sabe que ella es su soledad.

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