LOS SIETE CONTRA TEBAS

Página realizada por: Antonio Jesús Barrera y Jaime Alberto Sevillano 4º ESO 2005-2006

  1. Los antecedentes:

    1. El destierro de Edipo: Edipo, rey de Tebas, es desterrado de su país. Sus hijos Eteocles y Polinices deciden alternarse en el trono un año cada uno. Primero Se queda como rey Eteocles y al año siguiente se niega a dejar el trono a su hermano Polinices. Éste sale de Tebas y se dirige a Argos.

    2. Casar a las hijas: Tantos príncipes visitaron Argos con la esperanza de casarse con Egiea o Deípile, las hijas del rey Adrasto, que, temiendo hacerse enemigos si escogía a dos de ellos como yernos, consultó con el oráculo de Delfos. La respuesta de Apolo fue: “Unce a un carro de dos ruedas el jabalí y el león que luchan en tu palacio.”

      -----Entre los menos afortunados de esos pretendientes se hallaban Polinices y Tideo. Polinices era un desterrado y Tideo, hijo de Eneo de Calidón, también estaba desterrado por haber matado a su hermano Melanipo en una cacería.

      -----Ahora bien, el emblema de Tebas es un león y el de Calidonia un jabalí, y los dos pretendientes fugitivos exhibían esas figuras en sus escudos. Esa noche, en el palacio de Adrasto, comenzaron a disputar sobre las riquezas y las glorias de sus ciudades respectivas y habría habido un asesinato si Adrasto no los hubiera separado y reconciliado. Luego, teniendo en cuenta la profecía, casó a Egiea con Polinices y a Deípile con Tideo, con la promesa de restablecer a ambos príncipes en sus reinos, pero dijo que primeramente marcharían sobre Tebas, que quedaba más cerca.

  2. La expedición:

    1. Los 7 héroes: Adrasto reunió a sus jefes argivos: Capaneo, Hipomedonte, su cuñado Anfiarao el adivino, y su aliado arcadio Partenopeo, hijo de Meleagro y Atalanta, y les pidió que se armaran y partieran hacia el este. Sólo uno de esos paladines se mostró mal dispuesto a obedecer: era Anfiarao, quien, previendo que todos ellos, excepto Adrasto, morirían luchando contra Tebas, al principio se negó a ir.

      -----Sucedió que Adrasto había disputado anteriormente con Anfiarao respecto a los asuntos de estado argivos y los dos hombres enfurecidos habrían podido matarse mutuamente de no ser por Erifile, la hermana de Adrasto, que estaba casada con Anfiarao. Tomando su rueca, se interpuso entre ellos, les sacó las espadas a golpes y les hizo jurar que acatarían siempre su decisión en cualquier disputa futura. Informado de este juramento, Tideo llamó a Polinices y le dijo: “Erifile teme que esté perdiendo su belleza; ahora bien, si tú le ofreces el collar mágico que fue el regalo de boda de Afrodita a tu antepasada Harmonía, la esposa de Cadmo, pronto arreglaría la disputa entre Anfiarao y Adrasto obligándole a él a venir con nosotros.”

      -----Esto se hizo discretamente y partió la expedición encabezada por los siete paladines: Polinices, Tideo y los cinco argivos. Pero algunos dicen que Polinices no era uno de los siete y agregan el nombre del argivo Eteoclo, hijo de Ifis.

    2. Primera parada: Su marcha los llevó a través de Nemea, donde reinaba Licurgo. Cuando pidieron permiso para que sus soldados pudieran beber en su región, Licurgo se lo dio y su sierva Hipsípila los condujo al manantial más próximo. Hipsípila era una princesa lemnea, pero cuando las mujeres de Lemnos juraron matar a todos sus hombres en venganza por el daño que les habían hecho, ella salvó la vida de su padre Toante, por lo que la vendieron inmediatamente como esclava, y allí estaba, como niñera de Ofeltes, el hijo de Licurgo. Dejó al niño un momento mientras guiaba al ejército argivo al manantial, ocasión que aprovechó una serpiente para enroscarse alrededor de la criatura y morderla mortalmente. Adrasto y sus soldados volvieron del manantial demasiado tarde para hacer otra cosa que matar a la serpiente y enterrar al niño.

      -----Cuando Anfiarao les advirtió que ésa era una señal de mal agüero, ellos instituyeron los Juegos Nemeos en honor del niño, llamándole Arquémoro, que significa “el iniciador de la condena” y cada uno de los paladines tuvo la satisfacción de ganar una de las siete pruebas. Los jueces de los Juegos Nemeos, que se celebran cada cuatro años, llevan desde entonces túnicas negras en duelo por Ofeltes y la corona del vencedor esta tejida con perejil infausto.

    3. Los siete contra Tebas: Cuando llegaron a Citerón, Adrasto envió a Tideo como heraldo para que exigiese a los tebanos que Eteocles abdicase el trono en favor de Polinices. Al ser rechazada esa exigencia, Tideo desafió a sus jefes a combate singular, uno después de otro, y salió victorioso de todos los encuentros; pronto no hubo ya más tebanos que se atreviesen a presentarse. Entonces los argivos se acercaron a las murallas de la ciudad, y cada uno de los paladines se apostó delante de una de las siete puertas.

      -----El adivino Tiresias, con quien consultó Eteocles, profetizó que los tebanos saldrían victoriosos sólo si un príncipe de la casa real se ofrecía voluntariamente como sacrificio a Ares; inmediatamente Meneceo, el hijo de Creonte, se dio muerte delante de las puertas, así como su homónimo y abuelo se había arrojado de cabeza desde las murallas en una ocasión anterior. La profecía de Tiresias se realizó: los tebanos fueron derrotados en una escaramuza y se retiraron a la ciudad, pero tan pronto como Capaneo colocó una escala de sitio contra la muralla y comenzó a subir por ella, Zeus lo mató con un rayo. Al ver eso, los tebanos se envalentonaron, hicieron una salida furiosa y mataron a otros tres de los siete paladines; y uno de ellos, que por casualidad se llamaba Melanipo, hirió a Tideo en el vientre. Atenea sentía afecto por Tideo y, compadecida de él cuando yacía medio muerto, se apresuró a pedir a su padre Zeus un elixir infalible que muy pronto le habría puesto de nuevo en pie. Pero Anfiarao odiaba a Tideo porque había obligado a los argivos a marchar y, como era perspicaz, corrió adonde estaba Melanipo y le cortó la cabeza. “¡Esta es tu venganza! --exclamó-- “¡Abre el cráneo y trágate los sesos!” Tideo lo hizo, y Atenea, que llegó en aquel momento con el elixir, lo vertió en tierra y se retiró disgustada.

      -----Sólo Polinices, Anfiarao y Adrasto quedaban de los siete paladines; y Polinices, para evitar más muertes, propuso que se decidiera la sucesión al trono mediante un combate singular con Eteocles. Eteocles aceptó el desafío y en una lucha enconada cada uno de ellos hirió mortalmente al otro. Creonte, su tío, se hizo cargo del mando del ejército tebano y venció a los argivos desalentados. Anfiarao huyó en su carro por la ribera del río Ismeno, y estaba a punto de ser atravesado por la espalda por un tebano que le perseguía cuando Zeus abrió la tierra con un rayo y Anfiarao desapareció sin dejar rastro, con carro y todo, y ahora reina vivo entre los muertos. Batón, su auriga, desapareció con él.

    4. ¡Los muertos no se entierran!: El regente de Tebas, Creonte, ordenó que los cadáveres de los que atacaron Tebas se dejaran insepultos. Antígona hermana de Eteocles y Polinices, desobedeció las órdenes de Creonte encendiendo secretamente una pira y colocando sobre ella el cadáver de Polinices. Pero al mirar por la ventana de su palacio, Creonte advirtió un resplandor distante que parecía provenir de una pira ardiente, fue a investigar y sorprendió a Antígona en su acto de desobediencia y la condenó aser enterrada viva en una cueva. Al enterarse el hijo de Creonte, Hemón, primo y prometido de Antígona, de lo sucedido, corrió a la cueva para salvar a Antígona, pero la encontró muerta y se suicidó.

      -----Adrasto logró huir en su caballo alado Arión; pero cuando más tarde se enteró de que Creonte no permitía que se enterrara a los enemigos muertos, fue a Atenas como suplicante y convenció a Teseo para que marchara sobre Tebas y castigara la impiedad de Creonte. Teseo tomó la ciudad en un ataque sorpresa, encarceló a Creonte y entregó los cadáveres de los paladines muertos a sus parientes, quienes hicieron una gran pira para quemarlos. Pero Evadne, la esposa de Capaneo, puesto que su marido había sido convertido en héroe por el rayo de Zeus, no quiso separarse de él. Como la costumbre exigía que el hombre herido por un rayo fuese enterrado aparte de los demás, y se cercase su tumba, se arrojó a la pira general y se quemó viva.

    5. Influencias:

      1. En época Clásica:

        1. Escultura:

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      2. En época Posterior:

        1. Fuentes:

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