LOS DOCE TRABAJOS DE HERACLES

Trabajo realizado por: Efraín Cortés, Aída Lora, Carlos Mateo y Tamara Romero - 4º ESO

Trabajo nº 1: El león de Nemea.
Trabajo nº 2: La hidra de Lerna.
Trabajo nº 3: El jabalí de Erimanto.
Trabajo nº 4: La cierva cerinia.
Trabajo nº 5: Las aves del lago Estinfalo.
Trabajo nº 6: El establo de Augías.
Trabajo nº 7: El toro de Creta.
Trabajo nº 8: Las yeguas de Diomedes.
Trabajo nº 9: El cinturón de Hipólita.
Trabajo nº 10: Las vacas de Gerión.
Trabajo nº 11: El perro Cerbero.
Trabajo nº 12: Las manzanas de las Hespérides.

  1. CAUSA: La causa más general de los Doce Trabajos es la expiación del crimen de sus 3 hijos tenidos con Mégara (crimen involuntario, pero que no por ello dejaba de constituir una mancha). Horrorizado y con remordimientos por este acto, Hércules se habría suicidado, pero el oráculo de Delfos le comunicó que podría purgar su delito convirtiéndose en sirviente de su primo Euristeo, rey de Micenas durante 12 años. El oráculo también le informó que al acabar obtendría el premio de ser inmortal.

  2. LAS ARMAS: El atuendo más característico de Heracles es la maza al hombro (tallada por él mismo mientras iba en busca del león de Nemea) y vestido con la piel del león de Nemea. Pero también poseía armas donadas por los dioses: la espada de Hermes, el arco y las flechas de Apolo, la coraza de Hefestos, los caballos de Poseidón y su peplo de Atenea.

  3. LOS DOCE TRABAJOS DE HERACLES: Los mitógrafos de la época helenística habían establecido un canon de los Doce Trabajos clasificándolos en dos series de seis. Los seis primeros tienen como escenario el Peloponeso; los otros seis se distribuyen por el resto del mundo. Hay otras ordenaciones.

    1. El león de Nemea: El primer trabajo fue llevar a Euristeo la piel del león de Nemea, animal invulnerable nacido de Orto y Equidna. Este león asolaba el país devorando sus habitantes y ganados.

      .....Yendo en busca del león, llegó a Cleonas y se hospedó en casa de un pobre campesino llamado Molorco, cuyo hijo fue devorado por el león; éste lo acogió muy hospitalariamente y cuando Heracles se marchaba, Molorco quiso sacrificarle el único carnero que tenía. Heracles le pidió que aguardara treinta días y, si regresaba indemne de la cacería, ofreciera el sacrificio a Zeus Soter, mientas que si moría, se lo dedicara a él como héroe. Una vez en Nemea y habiendo rastreado al león, primero le disparó sus flechas, pero al darse cuenta de que era invulnerable, lo persiguió con la maza enarbolada; cuando el león se hubo refugiado en una cueva de dos bocas, obstruyó una, entró por la otra en pos del animal, y rodeándole el cuello con el brazo lo mantuvo apretado hasta que lo estranguló. Muerto el animal, no podía quitarle la piel ni con hierro ni con fuego, hasta que se le ocurrió desgarrarlo con las mismas garras del león. Luego lo cargó sobre sus hombros hasta Cleonas. Encontró a Molorco en el último de los treinta días dispuesto a ofrendarle una víctima por creerlo muerto, y entonces dedicó el sacrificio a Zeus Soter y Heracles instituyó unos juegos en honor de Zeus, los Juegos Nemeos. Llevó el león a Micenas. Euristeo, asustado de su vigor, le ordenó que en lo sucesivo no entrara en la ciudad sino que expusiera la presa ante las puertas. Zeus puso el león entre las constelaciones para perpetuar la hazaña de su hijo Heracles.

    2. La hidra de Lerna: Como segundo trabajo le ordenó matar a la Hidra de Lerma, hija de Equidna y Tifón. Ésta, criada en el pantano de Lerna, irrumpía en el llano y destruía el campo y los ganados. La Hidra tenía un cuerpo enorme, con nueve cabezas, ocho mortales y la del centro inmortal.

      .....Heracles, montado en un carro que guiaba Yolao, llegó a Lerma y refrenó los caballos. Al descubrir la Hidra en una colina, junto a la fuente de Amimone donde tenía su madriguera, la obligó a salir arrojándole flechas encendidas, y una vez fuera la apresó y dominó, aunque ella se mantuvo enroscada en una de sus piernas. De nada servía golpear la cabezas con las maza, pues cuando aplastaba una surgían dos. Un enorme cangrejo favorecía a la Hidra mordiendo al pie de Heracles. Él lo mató y luego pidió ayuda a Yolao, quien, después de incendiar parte de un bosque cercano, con los tizones quemó los cuellos de las cabezas e impidió que resurgieran. Evitada así su proliferación cortó la cabeza inmortal, la enterró y le puso encima una pesada roca, cerca del camino que a través de Lerma conduce a Eleunte. Abrió el cuerpo de la Hidra y sumergió las flechas en su bilis. Pero Euristeo dijo que este trabajo no sería contado entre los diez porque no había vencido a la Hidra Heracles solo sino con la ayuda de Yolao.

    3. El jabalí de Erimanto: Como tercer trabajo le mandó traer vivo al jabalí de Erimanto. Este animal devastaba Psófide, bajando del monte que llamaban Erimanto.

      ..... Heracles con sus gritos forzó al animal a salir de su refugio e huir hasta una extensión de espesa nieve. Ya exhausto, Heracles lo cogió y lo cargó sobre sus hombros hasta llevárselo a Euristeo.

    4. La cierva cerinia: Como cuarto trabajo le ordenó traer viva a Micenas a la cierva cerinia. Tenía cuernos de oro y estaba en Énoe consagrada a Ártemis.

      .....Heracles no quería ni matarla ni herirla, y la persiguió un año entero. Cuando la cierva fatigada por el acoso huyó al monte llamado Artemiso, y, al ir a cruzar el río Ladón, Heracles, la hirió ligeramente, se apoderó de ella y la transportó sobre sus hombros a través de Arcadia. Pero Ártemis, acompañada de Apolo, se encontró con él, quiso arrebatársela y le reprochó haber atentado contra un animal consagrado a ella. Heracles, alegando su obligación e inculpando a Euristeo, aplacó la cólera de la diosa y llevó al animal vivo a Micenas.

    5. Las aves del lago Estinfalo: Como quinto trabajo le encargó ahuyentar las aves estinfálidas. En Arcadia, había un lago llamado Estinfalo, oculto por abundante vegetación, donde se habían refugiado innumerables aves, temerosas de ser presa de los lobos. Estas aves se habían convertido en una plaga devorando los frutos y cosechas.

      .....Heracles no sabía cómo hacerlas salir de la espesura, pero Atenea le proporcionó unos crótalos de bronce, regalo de Hefestos, y él entonces, haciéndolos sonar en una montaña próxima al lago, espantó a las aves que incapaces de soportar el ruido alzaron el vuelo atemorizadas y de esta manera Heracles las pudo derribar a flechazos.

    6. El establo de Augías: Como sexto trabajo Euristeo le ordenó sacar en un día el estiércol del ganado de Augías. Éste era rey de Élide y poseía muchos rebaños de ganado, cuyo estiércol dejaba dentro de las cuadra sin permitir que llegara a las tierras como abono.

      .....Heracles se presentó a él y sin revelarle la orden de Eurisreo le dijo que sacaría el estiércol en un solo día a cambio de la décima parte del ganado. Augías, aunque incrédulo, aceptó el trato. Heracles abrió una brecha en los cimientos del establo y desviando el curso del Alfeo y el Peneo, que discurrían cercanos, los encauzó hacia allí e hizo otra abertura como desagüe. Al enterarse Augías de que esto se había realizado por orden de Euristeo, no quiso pagar lo estipulado y desterró a Heracles. Euristeo tampoco aceptó el trabajo entre los diez, alegando que se había hecho por salario.

    7. El toro de Creta: Como séptimo trabajo le impuso traer el toro de Creta. Según unos éste había raptado a Europa para Zeus, según otros, es el toro del que se enamoró Pasífae y según otros, Poseidón lo había hecho surgir del mar cuando Minos prometió ofrendarle lo que saliera del mar: se dice que, admirarlo de la belleza del toro, lo envió a la manada y en su lugar sacrificó otro a Poseidón, por lo que el dios encolerizado hizo salvaje al toro. Generalmente se admite que echaba fuego por la nariz.

      .....Heracles marchó a Creta en su busca, y al pedir ayuda a Minos éste le contestó que podía capturarlo, pero sin ayuda. Una vez capturado el toro, Heracles lo llevó a Euristeo, quien al verlo lo dejó en libertad. El toro anduvo errante por Esparta y toda la Arcadia, y atravesando el Istmo llegó a Maratón, en el Ática, donde dañaba a los habitantes.

    8. Las yeguas de Diomedes: Como octavo trabajo le ordenó llevar a Micenas las yeguas de Diomedes el tracio. Éste, hijo de Ares y Cirene, poseía 4 yeguas antropófagas llamadas Podargo, Lampón, Janto y Deino.

      .....Una tradición cuenta que Heracles dio de comer a las yeguas a su amo Diomedes y ya hartas siguieron sin más a Heracles. Otra tradición cuenta que Heracles robó las yeguas y cuando acudieron armados a rescatar las yeguas, él las encomendó a la custodia de Abdero, pero las yeguas lo mataron arrastrándolo. Heracles en combate dio muerte a Diomedes y obligó a huir a los restantes. Fundó la ciudad de Abdera junto al sepulcro del desaparecido Abdero, y reuniendo las yeguas las entregó a Euristeo. Éste las soltó y las yeguas se dirigieron al monte Olimpo donde acabaron devoradas por las fieras.

    9. El cinturón de Hipólita: Como noveno trabajo Euristeo a petición de su hija Admete, ordenó a Heracles conseguir el cinturón de Hipólita. Ésta era la reina de las amazonas, que habitaban cerca del río Termodonte, pueblo sobresaliente en la guerra, pues practicaban las costumbres viriles; y cada vez que, a causa de relaciones sexuales, tenían hijos, criaban sólo a las hembras y les comprimían el pecho derecho para que no les estorbara al lanzar la jabalina, mientras que le dejaban el izquierdo para amamantar. Hipólita ostentaba el cinturón de Ares, símbolo de soberanía.

      .....Acompañado por voluntarios se hizo a la mar con una sola nave y arribó al puerto de Termiscira. Se presentó ante él Hipólita, le preguntó por qué había ido y le prometió entregarle el cinturón; pero Hera, bajo la apariencia de una de las amazonas, iba y venía entre la multitud diciendo que los extranjeros recién llegados habían raptado a su reina; así ellas cabalgaron con las armas hacía la nave. Cuando Heracles las vio armadas, creyendo que se trataba de un engaño, mató a Hipólita y la despojó del cinturón.

      .....Otra versión dice que empezó la pelea nada más desembarcar y que Heracles hizo prisionera a Melanipa, hermana de la reina Hipólita. Entonces concertaron un intercambio de cinturón por Melanipa.

    10. Las vacas de Gerión: Como décimo trabajo le encargó traer de Eritía las vacas de Gerión. Eritía era una isla situada en el Occidente extremo, posiblemente España (Cádiz, entonces isla), norte de África o, incluso las Islas Canarias. La habitaba Gerión, hijo de Crisaor y de la oceánida Calírroe, tenía el cuerpo de tres hombres hasta el vientre. Poseía unas vacas rojas, cuyo vaquero era Euritión, y su guardián Orto, perro de dos cabezas, hijo de Equidna y Tifón.

      .....Yendo, pues, en busca de las vacas de Gerión a través de Europa, después de matar a muchos animales salvajes, entró en Libia y, una vez en Tartesos, erigió como testimonio de su viaje dos columnas enfrentadas en los límites de Europa (Peñón de Gibraltar) y Libia (Peñón de Ceuta). Abrasado por Helios en el trayecto tendió el arco contra el dios, y éste, admirado de su audacia, le proporcionó una vasija de oro en la que cruzó el océano. Ya en Eritía, pasó la noche en el monte Abas. El perro, al darse cuenta, lo atacó, pero él lo golpeó con la maza y lo mató; mató también al vaquero Euritión, que había acudido en ayuda del perro. Menetes, que apacentaba allí las vacas de Hades, comunicó lo sucedido a Gerión, quien alcanzó a Heracles cerca del río Antemunte cuando se llevaba las vacas, y, trabado combate, murió de un flechazo. Heracles embarcó el ganado en la copa, y habiendo navegado hasta Tartesos, se la devolvió a Helios.

      .....Su regreso lo hizo por el Norte pasando por las costas de España, Francia, Italia y Sicilia. Fueron muchos los intentos de ladrones de robarle las vacas, pero finalmente llevó las vacas a Micenas y las entregó a Euristeo, quien las sacrificó a Hera.

    11. El perro Cerbero: Como undécimo trabajo se le ordenó traer del Hades a Cerbero. Éste tenía tres cabezas de perro, cola de dragón y en el dorso cabezas de toda clase de serpientes.

      .....Antes de ir en su busca Heracles se presentó ante Eumolpo, en Eleusis, con el deseo de ser iniciado en los misterios de Eleusis que enseñaba a los creyentes la manera de llegar al otro mundo después de la muerte. Entonces a los extranjeros no se les permitía la iniciación, pero al ser adoptado por Pilio lo consiguió. No pudiendo contemplar los misterios por no haber expiado la matanza de los centauros, fue purificado por Eumolpo y después, iniciado.

      .....Al llegar a Ténaro en Laconia, donde estaba la entrada del Hades, bajó por ella. Las almas, al verlo, huyeron, excepto la de Meleagro y la de la Górgona Medusa. A ésta la atacó Heracles como si estuviera viva, pero Hermes le hizo saber que se trataba sólo de una sombra vana. También atacó a Meleagro con el arco, pero éste le contó su triste muerte y Heracles se compadeció. Cerca ya de las puertas del Hades encontró a Teseo, y a Pirítoo. Cuando éstos vieron a Heracles, extendieron las manos como si la fuerza de éste pudiera rescatarlos. Heracles, asiendo a Teseo de la mano, lo levantó, pero al querer alzar a Pirítoo la tierra tembló y tuvo que soltarlo. También hizo rodar la piedra de Ascálafo. Para proporcionar sangre a las almas mató a una de las vacas de Hades, por lo que el pastor que las apacentaba, lo desafió a luchar. Heracles, cogiéndolo por la cintura, le rompió las costillas, pero a instancias de Perséfone lo dejó. Cuando Heracles pidió Cerbero a Plutón, éste le concedió llevárselo si lo dominaba sin hacer uso de las armas que portaba. Heracles, cubierto con la coraza y con la piel de león, lo encontró a las puertas de Aqueronte, rodeó con sus brazos la cabeza de la bestia, y aunque lo mordió la serpiente de la cola, no lo soltó, oprimiéndolo y ahogándolo, hasta que se hubo rendido. Tras la captura subió de regreso por Trezén. Deméter transformó a Ascálafo en búho, y Heracles, una vez mostrado el Cerbero a Euristeo, lo volvió al Hades.

    12. Las manzanas de las Hespérides: Como duodécimo trabajo le ordenó hacerse con las manzanas de oro Hespérides. Gea se las había regalado a Zeus cuando se desposó con Hera y ésta las hizo plantar en su jardín junto al monte Atlas en la cordillera del Norte de África. Las guardaba un dragón inmortal sin nombre, hijo de Tifón y Equidna, que tenia cien cabezas y emitía muchas y diversas voces. Con él vigilaban también las Hespérides, tres ninfas del atardecer Egle (Resplandeciente), Eritia (Rojiza) y Hesperaretusa (Aretusa del atardecer).

      .....Heracles tuvo que apoderarse de Nereo para averiguar dónde se encontraban las Hespérides. Heracles lo apresó mientras dormía y, aunque el dios adoptó toda clase de formas, lo ató y no lo soltó hasta que supo por él dónde se encontraban las Hespérides y sus manzanas. Una vez informado atravesó Libia. Pasó por muchas aventuras, la más importante fue la liberación de Prometeo. Flechó en el Cáucaso al águila, nacida de Equidna y Tifón, que devoraba el hígado de Prometeo. Presentó ante Zeus al centauro Quirón que, aunque inmortal, estaba dispuesto a morir en su lugar. Prometeo había advertido a Heracles que no fuera él mismo a buscar las manzanas, sino que enviase a Atlas, y que sostuviera entretanto la bóveda celeste, Así, cuando llegó al país de los Hiperbóreos ante Atlante, lo remplazó, según el consejo recibido.

      .....Atlas, después de coger de las Hespérides tres manzanas, regresó junto a Heracles. Y para no cargar de nuevo con el cielo dijo que él mismo llevaría las manzanas a Euristeo, y ordenó a Heracles que sostuviera la bóveda celeste en su lugar. Heracles accedió, pero con astucia lo invitó a soportarla mientras él se colocaba una almohadilla en la cabeza. Al oír esto, Atlas dejó las manzanas en el suelo y sostuvo la bóveda, entonces Heracles recogió las manzanas y se marchó. Algunos dicen que no las consiguió por mediación de Atlas sino que las cogió él mismo después de matar a la serpiente que las custodiaba. Obtenidas las manzanas, las entregó a Euristeo. Éste, tomándolas, las regaló a Heracles, de quien las recibió Atenea, que las devolvió, pues era impío que estuviesen en cualquier otro lugar.

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